El Trabajo con los Mandalas

Es sabido que para muchas personas es algo atractivo el pintar mandalas, seguramente ven esto solo como un juego inofensivo, cuando en realidad en el pasado en trabajo con los significados de mandalas era tomado muy en serio, ya que representa un mapa de nuestra propia evolución que permitía al humano trascender a un nivel de conciencia superior.

Carl Jung, el genial psiquiatra suizo ha descubierto que el trabajo consciente con los mandalas, implicará un profundo estado de autoconocimiento, donde inicialmente se deberá atravesar y curar aquellos aspectos densos atrapados en el cuerpo físico y emocional que quedan latentes en el plano de las formas del individuo, siendo un aspecto que el inconsciente asocia con el cuadrado, algo que todas las culturas supieron interpretar, asociándolos con las 4 conciencias de la naturaleza y los mal llamados 4 elementos, la tierra, el agua, el aire y el fuego que nos constituyen y además son el receptáculo de información que configura al ego y que debe ser saneado antes de cerrar el círculo.



El Trabajo consciente con los mandalas, implicará entonces comenzar a trabajar desde el cuadrado de las formas grotescas que se han densificado en la naturaleza biológica del humano, determinando los automatismos que responden sin estar conscientes y representan los eslabones de la personalidad y la máscara del ego. El contacto y purificación desde conciencias primigenias que nos conforman y condicionan, permitirá liberar antes todo aquello que ya no formará parte de nuestra condición humana. Cada camino espiritual, ha representado este proceso de ¨purificación¨ de una forma particular así evitar que el proceso sea completado por el individuo ¨egocéntrico¨ adoptando una falsa espiritualidad sin haber transmutado las densidades del plomo, siendo el primer paso que también se conocía en la alquimia.

Si indagamos en las distintas culturas, podemos advertir que estas figuras fueron conocidas por todas las tradiciones místicas del pasado, como el hinduismo, el budismo, los sacerdotes Tibetanos, e incluso en los pueblos nativos de América, quienes las utilizaban siempre con el mismo objetivo; lograr un acercamiento espiritual, a lo que hoy denominamos la esencia misma del ser, representado en todas las culturas iniciáticas un mapa que permite recorrer un camino interior del ser, el centro mismo de la consciencia.

Bienvenidos a este viaje!

Rafael Ortuñez

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